Existen dos principios que en la enseñanza son claves:
- Experiencia formadora por parte del alumno.
Esta se refiere a que el alumno debe estar totalmente comprometido consigo mismo, con su deseo de aprender, de hacer bien las cosas, de investigar, de conocer más de lo que el docente enseña en el aula, de autocuestionarse.
- El rol del docente en la función integral para vida del alumno, científica, profesional, etc.
El docente dedica mucho de su tiempo hablando de estos aspectos en la vida del alumno, pero casi nunca los tiene en cuenta cuando enseña su materia. El docente muchas veces olvida que algunas experiencias pueden ser más formativas que otras, además hay experiencias escolares que pueden confundir, o pueden deformar ciertos conceptos. Esto significa que no todo es merecedor de ser enseñado y mucho menos ser evaluado.
Es importante destacar que estos dos principios de enseñanza que se acaban de mencionar están sujetos a un método básico de aprendizaje el cual es el academicista, verbalista, lo que trae como consecuencia volver a los estudiantes unos receptores, pues con este régimen de disciplina existe poca participación por parte del alumno.
Han existido otros enfoques de enseñanza a través de la historia, como es el caso del transmisioncita tradicional que predominó en el siglo XX. Con este enfoque se educativo se promulgaba una facultad integral general, única y homogénea para pensar y resolver cualquier tipo de problema.
Para la segunda mitad del mismo siglo se habló de un nuevo concepto en materia de aprendizaje, este era La enseñanza convencional de los conceptos, donde su materia de estudio abarca no solo información y conceptos de la ciencia, sino también, aquellos valores que son básicos para la convivencia y socialización de los niños y la preparación para su trabajo.
Cada uno de estos tipos de enseñanza tiene sus propias formas de evaluación, por ejemplo, en el enfoque educativo transmisioncita tradicional la evaluación se realiza casi siempre, al finalizar un período o unidad, para ver si el alumno está apto para continuar o ver si repite el curso. La nota final es el resultado de la suma de las evaluaciones, es decir, se trata de una evaluación sumativa o cuantitativa, ya que se asignan porcentajes al aprendizaje obtenido.
Existen otros modelos educativos como el Pedagógico Romántico, donde lo que se evalúa es el desenvolvimiento espontáneo del niño en su experiencia natural con el mundo que lo rodea; el modelo pedagógico conductista, en este se evalúan los conocimientos adquiridos, códigos impersonales, destrezas y competencias observables; El Modelo Social-Cognitivo se evalúa el potencial del aprendizaje del alumno, que se vuelve real gracias a la enseñanza y la interacción de este con otros alumnos que son más expertos que él.
